No pude evitar tu mirada,
ni siquiera fingir
que tu estela me desarma,
me desgarra la piel.
Fuiste tan buena,
no debiste ser buena,
no debiste alzar tu copa
ni esbozar tu sonrisa.
No puedo devolver tu belleza,
ni tu ternura,
más si la Luna de testigo
me lo recuerda a cada instante.
Me ahogo de mirarte,
el mundo me cruza,
caigo y vuelvo,
vuelvo con tu sonrisa
entre mis ojos.
Estaban tus manos prohibidas
esa tarde de Diciembre,
y en ese frágil sendero
mi corazón quedó a pie.
1/8/09
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2 comentarios:
Linda y romántica, ¿cuándo editamos el libro de poesías?.... Del anonimato al estrellato!!!!!
Tus ojos
Claros e inmensos
como el espacio
que nos habita
Yo me quedo absorta en ellos
Cada vez que se acercan
A espiar mi intimidad
Me quieren contar sus historias
Me invitan a danzar la vida
Y yo les miro con mi canto
Agradecida
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