Azulado

Con los palos sobre sus hombros,
arrastraba...mi padre la carreta,
ocho hijos en la espalda
su chaleco aplastado por el peso.

Fue Rey y pobre de voluntad propia,
las compresas de barro en los codos,
en las mañanas de sus entrañas brotaba la sangre.
Cada día con un beso y un abrazo.

Iba al Calvario con la sonrisa de frente,
murió en los brazos que aún espera,
murió solo detrás de la cortina del sueño...
y nadie soñaba con él, ni a su lado; azulado.

Aún veo mi puñal en su espalda
y el peso de su peso,
en mi alma.

P.D. Necesito hablar contigo.

Número 546

Hoy no se cumple un principio básico,
este lápiz no quiere escribir
no quiere abrir la puerta de
la lejanía que inspira.
Hoy se puso estúpido,
no escribe, no comenta, no hace nada.
Puede ser la tinta nueva,
sus nuevos amigos de falso corazón.
No sé, necesito un lápiz que imprima,
que haga letras, quizás uno más joven ....

te dejaré de pie en el tazón olvidado.

Tu testarudez, tu ausencia de ideas,
tu falta de perseverancia me abruma.
Hay tanto que decir,
necesito que escribas, por favor ....

te ordeno que pongas palabras,
no importa que sean solo pesares,
solo sonrisas, solo amores,
solo muerte, solo rencor,
lo que quieras,

pero no pienses, que así no resulta.

Buscando

Estuve anoche buscando el cielo,
quedó a mi espalda, no te encontré.
En parte alguna estabas,
tus manos quizás
y a mi lado con la mirada neutra
no estabas.

Estuve anoche cerca del cielo,
como cualquier día que toca el
corazón, a cualquier día digo.
No estabas en el sueño, no estabas.

Te busqué en los cerros, en el bosque
y en los rincones imposibles,
entremedio del hielo y bajo tierra,
no estabas digo yo.

Anoche hurgando por la Luna,
se soltaron las estrellas......,
todo estaba tan oscuro.
No vi tu pesar, ni siquiera tu sonrisa,
ni tu sombra corriendo al desdén.

No puedo con la magia, me confunde,
se caen las estrellas y me invaden.
No importa nada, aún busco tus
labios en esta noche sin estrellas.

Amanece

Amanece esta bendita noche,
de notas y arpegios que alcanzan,
por cierto, alcanzan el sol de furia,
de luz esperanzadora y volverá
mañana.

Amanece esta alegría después del
atardecer, amanece el sol
con nueva luz reflejada de nubes,
se abre el camino cansado
en sueños de cristal.

Amanece esta noche de treinta días
y la luz de horizonte, que dure,
que dure hasta que termine tu abrazo
y un poco más .......