10/1/82

Es el tiempo de los engaños,
de las teorías perfectas y del autodiagnóstico.
Es tiempo de lo absoluto,
de las definiciones estúpidas
de las carreteras astrales.

Es tiempo de dos bandos
de los bien nacidos y los otros.
Es tiempo
de los sin tiempo
y las armas rugen, al son
de somos millones.

Es tiempo de las palabras bonitas,
de los cuchillos corvos.
Es tiempo de la cueca espacial,
de los Huasos Quincheros,
el patito que sabe nadar.

Es tiempo de los sombreros
y los potos respingados
lamentando atentados.

Es el tiempo perfecto,
para despejar las estrellas
tirarle plumillas a las pelucas,
destituir uniformes monótonos
(algunos escolares),
atrapar turururos,
bailar la "cueca chilota"
y abrazar la esperanza.

1/1/82

562

Noche que me duele,
noche de derroche,
noche de lluvia.

Aún, a la espera del verdugo,
caen las esperanzas,
por cierto intelectuales
y aún con el sendero
de la verdad cuestionada,
aún con la desdicha
de buscar, que no termina.

Noche de lluvia,
noche de encanto,
de ruidos extraños,
de platos bailando,
de sueños reales,
de vidas truncas.

Noche de lluvia,
que se termina.
Noche de lluvia,
que suena, que baila,
pero no es suficiente.-